02 diciembre 2006

Anoche soñé con móviles


Anoche soñé con móviles…

Me vi de nuevo en la noche juvenil, entre una cantidad de chavales que hacían botellón… Como ocurre en los sueños, no sé si se trataban de recuerdos del pasado o del futuro…

La cuestión es que levanté la cabeza y vi a uno de los chavales que estaban en mi círculo hablando por el móvil. Creo que se llamaba Manu. No pude resistir prestar atención a la conversación:

- Sí, sí, claro, lo que tú digas, ¿estás tonto o qué? No te lo volveré a repetir, déjame en paz, Toni, no seas pesado…

Miré hacia el lado y vi a otro chaval que también hablaba por el móvil. Por lo que escuché estaba pestiñeando con una chica que debía ser una especie de acriz porno por sus comentarios.

Seguí moviéndome buscando a alguien con quien conversar… Pero las chicas de la pandilla estaban, también, cada una con su móvil hablando. ¡Toda mi supuesta pandilla estaba en ese momento hablando por el móvil! El rudimentario círculo que formaban se estaba separando cada vez más, ya que muchos se habían girado para hablar con mayor intimidad y daban pasitos en direcciones contrarias.

Como en los sueños todo se puede, floté por encima de las cabezas para obtener una panorámica de la plaza, que en esas horas ya estaba completamente abarrotada, sucia y escandalosa.

Tal como ya me temía, TODOS los jóvenes estaban colgados de ese aparatito tan fantástico que nos hace llamar a casa para decir “estoy bien” o dar un toque a nuestra novia cuando salimos de casa y vamos a recogerla.

El ensordecedor rugido de la plaza no era más que la suma de las voces particulares que cada persona destinaba a su móvil, en una ingente sucesión de diálogos disparados a los vientos, donde cada individuo conversaba con alguien que no estaba en su entorno, y todos en su entorno hacían lo mismo a su vez.

¿Pero qué estaba ocurriendo? ¿Estarían hablando todos entre sí? ¿Preferirían la comunicación por ondas a resistir la mirada de otros ojos? ¿Para qué estaban por pandillas si luego no hablaban cara a cara? ¿No sería mejor reunirse con aquellos con los que cada uno prefiere comunicarse?

Sintiendo cierta angustia por la situación tan especial a la que me enfrentaba, fui poco a poco bajando de nuevo a la tierra, a mi pandilla, donde descubrí con gran sorpresa que Manu parecía terminar su conversación a gritos…

- ¿Pero qué dices? Toni, te estás pasando tres pueblos, es más, te lo digo ya; YA te has pasado. Eso no se lo consiento ni a mi padre, ¿te enteras? ¿Pero qué te has creído, imbécil? Hasta aquí hemos llegado, no pienso volver a hablarte en tu puta vida. ¡ADIOS!

Llevado por el nerviosismo que se te queda cuando acabas de discutir con alguien, toma el brazo de su colega el Andy, que sigue (como todos) hablando por el móvil, y le dice:

- Quillo, perdona un momento, es que me he rallao tela con el Toni, no sé que se habrá creío…
- Espera un momento, el Manu este, que le pasa algo… ¿Qué dices, Manu? No me cortes el rollo, que ya la tengo a tiro a la piba esta…
- Joé, ¡solo una cosita! Que te digo del Toni, que se ha tomao unas confianzas conmigo que yo no se las he dao, ¡valiente mierda de tío!
- Eso será porque tú se lo consientes. Si le hubieras puesto las cosas claritas desde el principio no te hubiera pasado. Yo lo tengo muy claro, yo digo “esto” y “esto” tiene que ser, y si no es así, corto y puerta. Ya sabes lo que puedes hacer.
- ¿Que si lo sé? Andy,… ¡por supuesto que sé lo que puedo hacer, y lo voy a hacer ahora mismito! Sigue con la piba, anda…

En el instante en que Andy vuelve a su pestiñeo telefónico, Manu se vuelve a dirigir a su móvil. Y con su implacable dedo pulgar, va navegando por los iconos del Menú Principal:

AGENDA…
HERRAMIENTAS…
CALENDARIO…
APLICACIONES

Pincha y accede al submenú:


JUEGOS JAVA...
REPRODUCTOR MP3...
RADIO FM...
CIBERAMIGO

Pincha y accede a la lista donde “Toni”, que aún conserva su V de “Predeterminado” a la derecha, va a desaparecer en breve… Luego sube y baja de forma indecisa por la lista de nombres… “Alberto”… bien, probemos con este, cuando me lo pasó mi primo me dijo que no estaba mal…

- Hola, Alberto, qué pasa, me llamo Manu, ¿te acuerdas de mí?... Sí, sí… el mismo… cucha… que te quería preguntar una cosa…