01 octubre 2007

Túneles

Hola de nuevo, ya era hora... Tras leer en el fantástico blog personal de mi hermanito Panflín su última entrada hasta la fecha, "Luces y Algodones", no pude evitar recordar este poema que escribí hace bastantes, bastantes años. Creo que fue en el 1992 o 1993, era una época en la que me aficioné a escribir poesía libre, de corte pesimista-intimista... Ya se sabe, la edad... De lo que conservo éste es de los pocos que he releído de vez en cuando, con y sin motivos para hacerlo. Y aquí está.

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Túneles


A menudo creo que no.

A menudo siento que no.


Las colinas de mis sueños

desdoblan mis flaquezas,

y el tiempo que sigue lejano

no soporta mi rancio aroma de viejo

inútil y cansado,

como el de aquel que siempre estuvo

al lado de la miseria.


Mis nudillos no soportan

el furor de mil lanzadas de viento,

y a pesar de la entereza

de mis huellas,

la lenta carrera de savia

poco a poco va cayendo,

y se detiene.


Letargos que no se respetan,

túneles que nadie termina.

06 junio 2007

Las negaciones de un gaditano

La originalidad del lenguaje local puede alcanzar cotas insospechadas, más aún con lo que nos gusta a los gaditanos ser originales. Fijaos si somos originales que somos capaces de seguir nombrando cosas que no existen, pero que bien por añoranza o por simple fijación mental colectiva nos negamos a perder. De ahí que haya gente que viva por la Plaza de Toros, por los Cuarteles de Varela o por la zona de Astilleros...

En Cádiz nos negamos a perder las cosas de toda la vida. Pero no se trata solo de las cosas; se trata de negar. Y ya que por aquí somos tan dados a llamar Arte a cualquier cosa que hagamos, yo hoy quiero hablar del ARTE de la negación. Porque en teoría sólo hay una manera de negar algo, y es decir “No”, pero aquí eso es demasiado sencillo y por tanto no es motivante, es mucho mejor complicarlo todo y, como decía antes, ser originales. Veamos las diferentes formas de negación gaditana:

NEGACIÓN SIMPLE

Un colega se encuentra a otro, y le dice:

- “Quillo, que mañana sabadito se ha quedao pa jugá en la playa a las 9 de la mañana, te tiene que traé a dos nota má, qué, te apunta, no?”

A lo que el otro responde...

- ¡Nnnnnnnnnná! (negación simple, a la que suele acompañar el típico...) passo!”

La negación simple se utiliza normalmente para temas de poco interés, y en aquellas situaciones donde la negación viene precedida de una cierta duda inicial, resuelta con desgana (o flojera, mejor dicho) con la negación que se ofrece. Es una negación débil, esto es, si se insiste a lo mejor se le convence.

NEGACIÓN DOBLE

Otro que se encuentra a otro, y le dice:

- “Oye, el otro día salisteis por muñó arenilla, como estaba la cosa, había mucha pibita?”

- “¿De pibita? ¡Nadená!

Con esta doble negación ha quedado totalmente claro que no había ni una muchacha de buen ver en esa zona tan frecuentada de bares. La negación doble refuerza el valor de la negación, y es muy práctica para situaciones en las que esperabas algo que no encontraste, como por ejemplo cuando vas a pescar y te pregunta uno a la vuelta, o como cuando sales de una entrevista de trabajo, o la mayoría de los días que vuelve uno del Carranza... Para que tenga sentido debe decirse muy rápido, en una sola palabra (¿se imaginan decirlo en tres sílabas separadas? qué mal!), y a ser posible acompañarla de un gesto como de asco en la cara.

LA TRIPLE NEGACIÓN

Esta es una de las más famosas y sin duda la más autóctona. La mujer al marío:

- “Tú no será capá de comerte to ese plato de albóndiga, no Manué?”

- “¿Que no? ¡¡NO-NI-NÁ!!"

Si me equivoco que alguien me corrija, pero creo que esta expresión es propia de Cádiz y provincia, y ni siquiera de todas las poblaciones. La triple negación busca llamar la atención sobre un tema sorprendente, y en todo caso supone plantarle cara a una afirmación negativa que ha dicho otra persona. Funciona como el establecimiento de un reto entre dos. En este caso hay que decir las tres sílabas de forma recalcada, como si cada una de ellas llevara acento. Queda tela de bien para demostrar lo chulo/a que es uno/a.

LA NEGACIÓN MÚLTIPLE

Todavía se puede negar de forma aún más tajante, y es cuando el grado de ausencia de algo nos resulta tan dolorosa o llamativa que se nos quedan cortas las expresiones anteriores. La negación múltiple se usa cuando se narran cosas que nos han pasado, para que el otro comprenda la gravedad del asunto. Hay dos formas, y ambas son extensiones de expresiones anteriores, veamos:

- “... se suponía que al terminá la faena se iban a enrollá y nos pagarían las hora, o por lo meno que nos aumentara el finiquito, pero qué va, hijo, ná de ná, de ná, de ná...

- “... y entonse luego de tragarno to el mitin nos habían disho que en esas cosa daban de comé cosita güena, gamba, jamón, queso, tortilla, canapé... Pero cuando se acabó tó allí se bajaron tó y no nos dieron ni gamba, ni jamón, ni ná, ni ná, ni ná, ni ná...

En las dos formas es obligatorio acompañar la expresión verbal con el consiguiente movimiento de la cabeza hacia los lados, si no queda la mar de soso (probadlo).

LA PEOR NEGACIÓN

Pero para mí, de todas, la peor negación que puede hacer el gaditano es cuando se niega A SÍ MISMO; cuando acepta que todo le vale, que todo está bien como está, que no hay nada que cambiar porque sí, porque me conformo con lo que me dan y punto...

Es la peor porque es la más triste, la que no tiene gracia ninguna, la que deja en evidencia el supuesto de que esta tierra es de Libertad y de progreso, es la negación de los ilusos y de los conformistas, la de aquellos que prefieren que otros decidan por ellos sin preguntar, la negación a la cultura (léase: algo más que carnaval o semana santa) o a la educación, la negación a pensar, porque pensar, y decidir, y comprometerse es INCÓMODO, o como se dice aquí “un coñasso”, y por eso prefiero negarme.

Qué graciosos somos, qué simpáticos y divertidos, qué originales... Preferimos ser así, y defender una idiosincrasia contra viento y marea, y negarnos a la evidencia de que hay poco de qué presumir y mucho por lo que luchar. Preferimos negarnos, taparnos los ojos, reírnos mucho... Así se vive estupendamente, por qué cambiarlo.

Así veo yo a la gente: negando, negando, negando... Sumida en una cadena de negaciones, que de momento no parece tener fin, y que empieza por la propia conciencia de cada uno.

¿Que no llevo razón?...

¡¡ NO – NI – NÁ !!

10 mayo 2007

Como los Cangrejos

Navegando por la web puede uno encontrarse de todo… Ya no podemos quejarnos: hay para todos los gustos, para todas las opiniones y preferencias. En el tema mujer pensamos que la evolución por fin ha llegado; es cada vez más infrecuente escuchar a personas declararse “machistas”, o que activamente se manifiesten en contra de la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.

Por todo esto nos horroriza echar un vistazo atrás y ver lo que las voces más retrógradas del antiguo régimen opinaban sobre el papel de la mujer y su relación con el marido dentro, por supuesto, del santo matrimonio. Miren estos extractos de "Economía doméstica para bachillerato y magisterio", de la Sección Femenina de la Falange Española, de 1958.

Penoso, ¿verdad? Entre las muchas barbaridades que encontramos, extraigo aquí algunas “perlas” (no son las más fuertes):

- “Hazte un poco más interesante para él”

- “Escúchale, déjale hablar primero; recuerda que sus temas de conversación son más importantes que los tuyos”

- “Intenta, en cambio, comprender su mundo de tensión y estress”

- “No le pidas explicaciones acerca de sus acciones o cuestiones su juicio o integridad”

Solo podemos soportar estos increíbles consejos sabiendo que están escritos en 1958 para una sociedad muy distinta de la nuestra, y bajo unos parámetros exentos de libertades, en un país y una época donde la vida moral podía y debía ser controlada colectivamente.

En la actualidad disfrutamos de libertades, democracia, progreso, igualdad de oportunidades, moral individual... O al menos nos lo creemos.

Por eso me chirrió en la conciencia encontrarme con este “enmarcable” artículo del portal supuestamente femenino “Nosotras.com”: Chicos, Manual de Instrucciones. Se trata de una lista de diez reglas de oro para seducir a chicos. Vuelvo a extraer “perlas”:

- “No descuides tu aspecto físico: muchas mujeres tienden a abandonarse un poquito cuando están en pareja”

- “Respeta su espacio de libertad: los hombres tienen la necesidad de sentirse libres.”

- “Debes interesarte por esa personita que lleva dentro: en el fondo los chicos son niños grandes”.

- “Evita regañarle: los hombres son muy sensibles al reproche.”

- “Aprende a ser más flexible, más diplomática y menos exigente.”

- “Déjale relajarse: no le agobies con tus preguntas y con tus cosas.”

- Respeta su derecho al silencio”

Como podéis comprobar, cualquiera de estos consejos habría encajado perfectamente dentro de la lista anterior. Algunos son casi idénticos. Y este artículo es de 2007... Si tenéis espíritu de curiosidad, veréis que el resto de contenidos de la web va en sintonía.

Y la pregunta que me hago es... ¿Se han enterado algunos que han pasado 50 años? ¿O es que, como me temo, algunos de los y las jóvenes de hoy van “pa’tras” como los cangrejos?

22 marzo 2007

LA ISLA DEL TESORO

Mi amigo José Manuel (Mame) se ha pasado por La Isla y ha escrito un comentario en una entrada antigua, haciendo un particular homenaje a esta iniciativa. Y me ha gustado tanto que he decidido publicarlo como entrada, porque ha acertado de pleno con lo que quiero que esta Isla sea siempre. MUCHAS GRACIAS, AMIGO.

LA ISLA DEL TESORO

En la Isla de Fran todo el mundo tiene su sitio y todo el mundo es bienvenido.
En la Isla de Fran no hay Robinsones, porque nadie estará solo.
En la Isla de Fran no hay Fronteras, ni Aduanas, ni Pasaportes ni Visados.
En la Isla de Fran, las olas rompen en la playa, también en los acantilados, al ritmo y al son de los acordes de su guitarra.
En la Isla de Fran siempre habrá una sonrisa cuando llegues, una palabra de aliento, una mirada de ánimo, un abrazo de amigo y una sentida despedida deseando de que regreses.
En la Isla de Fran la paz es el fin y no el comienzo.
En la Isla de Fran el miedo se combate con valentía.
En la Isla de Fran a nadie le llega el agua al cuello.
En la Isla de Fran la libertad no es una palabra en las enciclopedias.
En la Isla de Fran, la inteligencia se escriba con mayúsculas.
En la Isla de Fran no hay fusiles, ni ejércitos ni el orden se mantiene a culatazos.
En la Isla de Fran la justicia nunca está de vacaciones.
En la Isla de Fran nadie está en libertad provisional.

¡Quien no quiere refugiarse en esta isla, aunque sea naufragando para recuperar de nuevo el rumbo!

19 marzo 2007

Crecerá

Crecerá como una planta y será fuerte,

lucirá el verde fulgor de mil praderas,

la esperanza reinará en su vasto reino;

crecerá como una planta en la mañana

y se hará por fin verdad nuestro deseo.


Crecerá como una flor, y será hermosa,

y entrarán las bendiciones a su paso,

cantará por cada luna y cada sol;

crecerá como una flor entre las ramas

y se hará por fin verdad nuestra ilusión.


Crecerá como una encina y será sabia,

confiará en todas las buenas pretensiones,

ya los miedos nunca más serán los miedos;

crecerá como una encina entusiasmada

dando vida y fundamento a nuestro sueño.

02 diciembre 2006

Anoche soñé con móviles


Anoche soñé con móviles…

Me vi de nuevo en la noche juvenil, entre una cantidad de chavales que hacían botellón… Como ocurre en los sueños, no sé si se trataban de recuerdos del pasado o del futuro…

La cuestión es que levanté la cabeza y vi a uno de los chavales que estaban en mi círculo hablando por el móvil. Creo que se llamaba Manu. No pude resistir prestar atención a la conversación:

- Sí, sí, claro, lo que tú digas, ¿estás tonto o qué? No te lo volveré a repetir, déjame en paz, Toni, no seas pesado…

Miré hacia el lado y vi a otro chaval que también hablaba por el móvil. Por lo que escuché estaba pestiñeando con una chica que debía ser una especie de acriz porno por sus comentarios.

Seguí moviéndome buscando a alguien con quien conversar… Pero las chicas de la pandilla estaban, también, cada una con su móvil hablando. ¡Toda mi supuesta pandilla estaba en ese momento hablando por el móvil! El rudimentario círculo que formaban se estaba separando cada vez más, ya que muchos se habían girado para hablar con mayor intimidad y daban pasitos en direcciones contrarias.

Como en los sueños todo se puede, floté por encima de las cabezas para obtener una panorámica de la plaza, que en esas horas ya estaba completamente abarrotada, sucia y escandalosa.

Tal como ya me temía, TODOS los jóvenes estaban colgados de ese aparatito tan fantástico que nos hace llamar a casa para decir “estoy bien” o dar un toque a nuestra novia cuando salimos de casa y vamos a recogerla.

El ensordecedor rugido de la plaza no era más que la suma de las voces particulares que cada persona destinaba a su móvil, en una ingente sucesión de diálogos disparados a los vientos, donde cada individuo conversaba con alguien que no estaba en su entorno, y todos en su entorno hacían lo mismo a su vez.

¿Pero qué estaba ocurriendo? ¿Estarían hablando todos entre sí? ¿Preferirían la comunicación por ondas a resistir la mirada de otros ojos? ¿Para qué estaban por pandillas si luego no hablaban cara a cara? ¿No sería mejor reunirse con aquellos con los que cada uno prefiere comunicarse?

Sintiendo cierta angustia por la situación tan especial a la que me enfrentaba, fui poco a poco bajando de nuevo a la tierra, a mi pandilla, donde descubrí con gran sorpresa que Manu parecía terminar su conversación a gritos…

- ¿Pero qué dices? Toni, te estás pasando tres pueblos, es más, te lo digo ya; YA te has pasado. Eso no se lo consiento ni a mi padre, ¿te enteras? ¿Pero qué te has creído, imbécil? Hasta aquí hemos llegado, no pienso volver a hablarte en tu puta vida. ¡ADIOS!

Llevado por el nerviosismo que se te queda cuando acabas de discutir con alguien, toma el brazo de su colega el Andy, que sigue (como todos) hablando por el móvil, y le dice:

- Quillo, perdona un momento, es que me he rallao tela con el Toni, no sé que se habrá creío…
- Espera un momento, el Manu este, que le pasa algo… ¿Qué dices, Manu? No me cortes el rollo, que ya la tengo a tiro a la piba esta…
- Joé, ¡solo una cosita! Que te digo del Toni, que se ha tomao unas confianzas conmigo que yo no se las he dao, ¡valiente mierda de tío!
- Eso será porque tú se lo consientes. Si le hubieras puesto las cosas claritas desde el principio no te hubiera pasado. Yo lo tengo muy claro, yo digo “esto” y “esto” tiene que ser, y si no es así, corto y puerta. Ya sabes lo que puedes hacer.
- ¿Que si lo sé? Andy,… ¡por supuesto que sé lo que puedo hacer, y lo voy a hacer ahora mismito! Sigue con la piba, anda…

En el instante en que Andy vuelve a su pestiñeo telefónico, Manu se vuelve a dirigir a su móvil. Y con su implacable dedo pulgar, va navegando por los iconos del Menú Principal:

AGENDA…
HERRAMIENTAS…
CALENDARIO…
APLICACIONES

Pincha y accede al submenú:


JUEGOS JAVA...
REPRODUCTOR MP3...
RADIO FM...
CIBERAMIGO

Pincha y accede a la lista donde “Toni”, que aún conserva su V de “Predeterminado” a la derecha, va a desaparecer en breve… Luego sube y baja de forma indecisa por la lista de nombres… “Alberto”… bien, probemos con este, cuando me lo pasó mi primo me dijo que no estaba mal…

- Hola, Alberto, qué pasa, me llamo Manu, ¿te acuerdas de mí?... Sí, sí… el mismo… cucha… que te quería preguntar una cosa…

18 noviembre 2006

Paradiso

Ella,

azotada por el viento en la ventana, contemplaba la vida moviéndose de un lado para otro: colegios, prisas, niños y semáforos… El reloj no se paró para nadie, pensó, salvo para mí, y nadie parecía enterarse. Se reflejó en las nubes claras y grises que no sirven ni para llover, y añoró el sol que tanto compartió…

Fue cuando supo que él no volvería,
y que las flores ya se habían perdido.

Ella,

suspendiendo el quehacer de sus pulmones por momentos, revivió una y otra vez el argumento más reciente de su vida, repasó la carpeta de las fotos de memoria, tantos lugares que pasaban a estar prohibidos, y tantas noches que se harían crueles…

Fue cuando supo que él no volvería,
y que las flores ya se habían perdido.

Ella,

que entendía el frío del invierno como nadie, recordó el calor reverdecido en la mañana, y afinando el oído percibió el sonido de un violín que salía de un televisor cercano, un violín que decía tantas, tantas cosas... Imaginó aquel viejo cine, el cine del paraíso… Y se sintió niña como otras veces, comprendió que todo lo vivido estaba bien vivido, y transformó sus lágrimas en gotas transparentes de fresco amanecer…

Fue cuando supo que él no volvería,
y que las flores resucitarían en la nueva primavera.