25 octubre 2006

El Efecto Supernanny (I)


Aparece en tu casa con su aburrido traje oscuro (un premio Emmy al estilista le tenían que dar...), observa como tu niño se comporta como un bellaco retorcido, te hace una entrevista inicial en la que pone a parir tus métodos tradicionales y erróneos, se pasa dos o tres diítas im-poniendo normas en la casa, se va, vuelve para ponerte a parir otra vez, insiste en sus métodos de nuevo, y... ¡voila! Se va definitivamente, consiguiendo que tu niño al que empezabas a llamar “Damian” de repente vuelve a ser “Luisito”...

¿De dónde ha salido esta “Superheroína” que parece conseguir siempre lo que se propone, y a la que no se resiste ningún “pequeño Barrabás”? ¿De dónde obtiene sus poderes? ¿Cómo puede ser tan infalible su método? ¿Tan malos son los niños de España? ¿Tan torpes son todos los padres? ¿Tan buena es ella?

Como imaginarán, mi respuesta a las tres últimas preguntas es “NO”. Pero empecemos por los cumplidos, que siempre queda uno mejor y es lo que manda la diplomacia cuando vas a criticar a alguien o algo:

- Hay que agradecerle mucho a Cuatro que haya importado este formato que ya triunfaba en otros países, por dos motivos principales. Uno, que la idea del programa es atractiva, original, se trata de un buen programa televisivo, que claramente moviliza audiencias. Dos, que hace falta que en la televisión, tan cargada de contenidos archi-repetidos, vayan apareciendo temas diferentes como éste, la Educación, tan importante y vital en nuestra vida y tan despechada por los medios en general. Y más aún, la educación no formal, la que realiza la familia en primer orden. Aunque mucho me temo que el motivo real de la cadena fuera el que he dicho antes, porque ya triunfaba en otros países.

- La Supernanny (vaya nombre más feo para la función que realiza, pero es el que traía el formato) es una profesional, de eso no cabe la menor duda. Actúa con la seguridad que da la experiencia, y en todo momento transmite que sabe lo que se hace. Esa transmisión de competencia es a veces casi tan importante como la propia competencia en sí en el oficio de intervenir con padres-hijos.

- La intervención en las pautas educativas aplicadas por los padres, que se basan a su vez en saber interactuar eficazmente con sus hijos, es muy necesaria en la mayoría de familias. Se ve a lo largo de los programas cómo muchísimos dolores de cabeza, de oídos, o de todo el cuerpo entero pueden tener una sencilla solución si se sabe distinguir cuando hay que ser firme y de qué manera.

Y claro, todo esto llama muchísimo la atención en la audiencia, porque le hablan de problemas que tiene a diario cualquier padre, y en la televisión nunca se ha visto eso. Quizás anteriormente se han reflejado los problemas padres-hijos (como en los realities tipo “Diario de Patricia”), las consecuencias de los problemas (en los sucesos de los telediarios o en programas de denuncia tipo Mercedes Milá) pero nunca las soluciones, y Supernanny parece tenerlas todas.

Ahora vienen las críticas, pero será en la próxima entrega.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Fran, a esas horas, o hay que dormir ó ver Perdidos 3ª temporada...

hehe

Imagino en qué dirección va a ir la crítica del capítulo II, pero antes de hacerla, ten en cuenta lo que no se ve ó no quieren o pueden mostrar. Ya lo hemos hablado alguna vez ;)

Estaría bien "andar cerca" de algún caso por aquí para saber realmente cual es el método de actuación... eso que no se ve. ¿Hay seguimiento?, supongo que sí. ¿Cumplirán realmente los plazos que dice el programa?, creo que no. ¿Cuántas veces habrá fracasado?, unas pocas seguro. ¿Le dio el cámara una colleja al niño que le pegó un pelotazo?...

Un abrazo :)

Anónimo dijo...

A mi, particularmente lo que menos me gusta del programa es la imagen que le han querido dar a la Supernanny en cuestión, con ese traje de chaqueta tan rancio y que tan poco le favorece, y que además, si os fijais, no se lo cambia nunca (al menos todavía no lo ha hecho en lo que va de temporada). Y me molesta no porque no sea mi estilo (que no lo es) ni porque crea que es motivo de burla de toda la audiencia. Me molesta por el significado intrínseco que para mi transmite esta imagen. ¿Que pasa, que para que una mujer sea profesional tiene que parecer un machopingo?, ¿o es que piensan que así transmite más seriedad? En lo que a mí me concierne, ya podrían haberle dado un poco de libertad a la mujer y quitarle ese uniforme, quizá así parecería menos ridícula, (aunque esos movimientos de robot que hace cuando da las explicaciones a la cámara me temo que son de su propia cosecha).

Fran, espero no haberte pisado ninguna crítica. Esperamos impacientes la segunda entrega para seguir despachandonos tranquilos.

Besos :-)

Fran Quintana dijo...

Diego, no me seas "spoiler" del artículo, jejeje... El cámara no le daría una colleja al niño, porque eso no es ético, ni moral, ni legal. Pero sé de buena tinta que se "trompesó" por el pasillo y se le cayó la cámara en to lo alto de la cabesa de la creatura... Acsidentes que pasan...
Gema, totalmente de acuerdo contigo, podría añadirse tu comentario a las críticas de la segunda parte, sin duda. Y no te preocupes, por ti me dejo pisar, eso es lo que yo quiero: "¡Pisa, Morena!".