26 octubre 2006

El Efecto Supernanny (II)


(Continuación de El Efecto Supernanny I)

Mis críticas:

- Algo a tener siempre en cuenta al ver Supernanny, aunque parezca de cajón, es que es un programa de televisión. Un programa en que es tan importante el contenido como la puesta en escena, incluso ésta si acaso debe prevalecer al contenido. De ahí que en ciertos capítulos se hayan dado por cumplidos ciertos objetivos de conducta de los niños que todos vemos claramente que no se han conseguido.

- Lo importante para el programa es dar la imagen de que Supernanny es infalible, y que el mérito hay que atribuírselo a ella, cuando está demostrado que lo importante en una intervención es que el mérito recaiga en los participantes, y no en el interviniente.

- “Supernanny” no es una intervención, digamos, completamente “seria”, aunque ella sí lo sea. No es lógico que durante todas las fases (observación, intervención...) la casa esté llena de extraños con cámaras y aparatos. ¿Cómo podemos pensar que todo eso no influye en los comportamientos de todos? Al igual que en Gran Hermano, todos están mediatizados en mayor o menor medida por la cámara. Y los niños los primeros.

- Otro aspecto que me parece muy discutible es que Supernanny siempre impone las normas. Aunque sean las mejores normas del mundo, nadie acepta por la cara la imposición de normas en casa propia si no es porque lo mande el guión de un programa. Y aunque se acepten en primer término, no suelen perdurar. En la intevención con grupos lo difícil (pero necesario) es conseguir que el grupo sea capaz de autoregularse con normas eficaces que elaboren ellos mismos, porque así se las creerán de verdad, se harán responsables de velar por su cumplimiento, y serán capaces de generar nuevas normas ante situaciones que son por naturaleza cambiantes. Se pueden proponer ideas, pero nunca imponerlas. Se puede dar luz al mapa, pero no hacerle el camino a otro. Sólo en casos extremos podría estar justificada la imposición, pero no se han visto en ninguno de los programas, no ha habido padres tan inútiles a priori. La imposición de actuaciones lleva a la dependencia de la persona que ha intervenido. ¿Por qué lo hacen así entonces? Yo creo que porque no da tiempo a consensuar normas. De nuevo la primacía del programa televisivo sobre la intervención seria.

- El guión del programa, como parodiaba en la entrada de la primera parte de este artículo, es totalmente repetitivo. ¿Motivo? Para que la Supernanny sea omnipotente (imagen machacada una y otra vez por el programa: “nada escapa a Supernanny”, etc.) hay que reducir al máximo el universo en el que se mueve, y aunque las familias sean diferentes la realidad es que los casos no varían tanto. Para que nada escape a Supernanny es preciso que tenga poco que coger, haciendo una estricta selección de casos, en la que hay unas características rígidas:

- Siempre se tratan problemas domésticos, parece que la única fuente de problemas de conducta es la casa. Hay niños que presentan muchos más problemas fuera que dentro de ella.

- Los problemas se centran exclusivamente en la instauración de normas y en su cumplimiento. Hay muchos aspectos (socialización, relación entre iguales, desarrollo evolutivo, intelectual, emocional y un largo etc.) importantísimos y a tener en cuenta en la educación de los hijos que el programa prácticamente ignora.

- Ni qué decir tiene que problemas de índole clínica (ansiedad infantil, somatizaciones, fobias, trastornos mentales...) que muchos padres conocen y padecen, no están permitidos por propio reglamento del programa.

Por tanto, esta Supernanny no sabemos si lo resuelve todo, porque no se ve que lo trate todo. Solo se atreve con una estricta selección de casos. La psicología y la intervención socioeducativa real es mucho más compleja que lo que permite este programa televisivo.

- Una última crítica: El enfoque utilizado es exclusivamente el cognitivo-conductual. Este enfoque se centra en el análisis y modificación de conductas, como estamos hartos de ver en el programa. Pero las causas, origen, raíz... de dichas conductas no parecen investigarse, y en todo caso sería necesario hacerlo; en psicología no todo es simplemente cuestión de malas pautas educativas de los padres. Dicho de otro modo: la mayoría de las fiebres son por catarro, y el catarro se cura solo y el médico te ayuda a paliar los síntomas, pero también hay fiebres que tienen un origen menos inocente... Paliar esas fiebres sin investigar sus causas reales no es nada bueno, eso lo sabemos todos, ¿verdad?

En la tercera y última entrega, mis conclusiones.

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